El cine, ese arte a veces olvidado y subyugado a ser un producto más, sin que se tenga en consideración su valor. ¿Cuántas películas, son ahora un mero producto sin llegar a tener si quiera un mensaje? Las películas buscan ahora entretener, ser un producto de una periodicidad, que pasado el tiempo y una vez explotado, se tire al cajón y no se vuelva a saber nada más del film. Pocas son ahora, las películas que merezcan la pena, siendo en su mayoría historias muertas de contenido, cuyo guión parece redactado con prisa y que cuyo diálagos son vomitados por los actores sin trasmitir ninguna emoción mas que el estupor. La mayoría de las veces, pocos son los largometrajes que criticos y academias consideran aptas y son siempre las que acaban ganado la mayoría de premios. ¿y qué pasa con la el resto? pues acaban siendo olvidadas.
¿Por qué ese a fan, de ver la película como un producto mas? Tal vez venga de Estados Unidos, donde allí no existe subvenciones para el cine y donde las productoras solo apuestan por aquello que dé beneficio a corto plazo. Con la crisis económica las productoras se embarcan en proyectos fáciles y de rápida recaudación. No se molestan en crear nuevas historias, les atemoriza, que el público no vaya al cine o compre el DVD y salgan perdiendo la inversión. ¡Qué triste ver el cine convertido en un producto más, etiquetado y embasado para el consumo! La gente acepta está relación, la asume y va al cine para ver algo que le entretenga. No todo el mundo es así, pero la mayoría se contenta con que tengan unos buenos efectos especiales o que aparezca la estrella de turno.
No está todo perdido gracias a festivales independientes como el de Sundace, películas de bajo presupuesto pueden optar a la posibilidad de llegar un público más amplio, cosa que de otra forma no pasaría. Tal vez en América y en otros países no se ve el cine como arte, pero en Europa, sí. De forma que al menos por ahora, en el viejo contiente está asegurado que no saldrán más películas comerciales de contenido vacío. Espero que después de está crisis bursátil las películas tengan más espíritu de emocionar que de entretener. Muchas veces sucede que una película concevida para ser un mero producto con fecha de caducidad, muchas veces no llega a cumplir el criterio por el que fue hecha y ocurre que el film desaparece de la cartelera a los dos días de su estreno.
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