martes, 17 de noviembre de 2015

Lugares de cine, lugares de ensueño

   ARTÍCULO

   En el cine se muestran lugares increíbles, con un aura de ensueño que no pueden existir de otra forma que no sea en la imaginación de quien los concibió. No todos proceden de ahí. Hay lugares famosos que aunque parezca  mentira son muy reales, y a diferencia de algunos decorados de Hollywood se pueden visitar.
    A continuación propongo solo algunos ejemplos de localizaciones de cine que en muchos casos han conseguido tener mayor afluencia de visitantes gracias a las películas que se rodaron allí. 

   El primer lugar que me viene a la cabeza  es Petra. Una ciudad perdida en mitad de desierto de Jordania. Construida por los nabateos en el siglo VI a. C, fue una de los enclaves más importantes para las rutas comerciales que pasaban por Arabia. Lleno de leyendas y mitos. La ciudad fue re descubierta en 1812 para los occidentales por Jean Louis Burckhardt (1784-1817), un viajero suizo disfrazado de árabe, que se hacía llamar Sheikh Ibrahim. Este haciéndose pasar por peregrino consiguió entrar en este sitio vedado a los extranjeros. Entusiasmado, propagó la noticia entre los occidentales instalados en Oriente y en Egipto y expuso sus conclusiones en el libro: ‘Travels in Syria and the Holy Land’.
    En esta ciudad se rodó una de las escenas más famosa de: ‘Indiana Jones y la última cruzada’ (1989). En la película se ve como la tumba llamada del Tesoro en Petra fue utilizado como localización y se ve a los protagonistas entrando por un valle cerrado y desembocando en este maravilloso monumento. En el largometraje solo se ve la fachada de la tumba,  el interior mostrado no concuerda con el del edificio, sino que se trata de un escenario construido en un estudio cinematográfico. De hecho, en interior recreado nada tiene que ver con el de verdad. Una espacio sobrio y pequeño. A pesar de eso, gracias a la película consiguió una buena publicidad y se dio a conocer más allá del círculo académico.

Imagen de la película de 'Indiana Jones y la última cruzada' con la tumba del Tesoro al fondo.
 
   En la trilogía del Señor de los anillos muchos de los lugares se crearon construyendo decorados o por efectos por ordenador. Pero muchos de los paisajes naturales. Eran reales y proceden de una tierra increíble, con unos paisajes espectaculares: Nueva Zelanda. Este país situado en el hemisferio sur, cerca de Australia, tiene una vegetación y fauna únicas. Las tres películas de la saga se rodaron en más de 150 locaciones distintas, en su mayoría en los alrededores de la zona de Wellington y de Queenstown.
Un ejemplo podría ser el que nos ofrece El Parque Nacional Tongariro. Este se convirtió en durante el rodaje en la tierra de Mordor . Los increíbles paisajes de esa zona sobrecogen y impresionan.

Imagen del Parque Nacional Tongariro
  Otro ejemplo sería la aldea de Matamata, en donde la producción de El Señor de los Anillos  situó la Tierra de la Comarca, lugar de residencia de los Hobbits. Este lugar tan bucólico y hermoso, ya era así, antes de que el equipo de rodaje metiera la mano y construyera decorados y prepara el sitio.

Imagen de los alrededores de Matamata, en nueva Zelanda. donde aún queda vestigios del rodaje del Señor de los anillos.
 
  La Alhambra. Un lugar anclado en el pasado, con un magnetismo tal, que durante el siglo XIX atraía a numerosos escritores y pintores. Ellos se inspiraban con la belleza de este lugar. Hoy en día el palacio  musulmán es un hervidero de turistas, pero hace siglos era un remanso de misterio y tranquilidad.
Muchas son las películas que se han redado dentro de sus muros por destacar algunas tenemos: ‘Simbad y la princesa’ (1958) dirigida por Nathan Juran y ‘El Dorado’ (1921) de Marcel L´Herbier.

Imagen del rodaje del documental 'Morente sueña con la Alhambra' (2005)
   Estos son algunos de los muchos lugares, que nos invitan a soñar, que nos recuerdan que aún quedan algunos sitios que tienen algo que nos atrae, que poseen un valor para quienes los visitan.  En definitiva, la belleza de estas localizaciones de cine nos invitan a viajar para conocerlos y para ser participes de la magia que desprenden. Una ilusión, que fue bien captada en el cine, cuando fueron por unos días set de rodaje.