jueves, 27 de octubre de 2011

¿Se puede ser más feliz con menos?

ARTÍCULO LITERARIO 

    Ya está aquí, estación de lluvia y de hojas llevadas por el viento. Equinoccio de resfriados, de gripes y demás achaques. Ahora nos llegan recuerdos de las gélidas tierras de norte, lugar de hielo y de nieve, que traerá consigo tormentas, granizo y heladas. El cálido sol, que antes nos acompañaba, será un vago recuerdo hasta que llegue la primavera. 

    Ahora es un buen momento, para ver una película en casa. Tapado con una buena manta y tumbado en el sofá. Ponerse dos cogines debajo de la cabeza, descalzarse para estar más comodo y no olvidarse de luego taparse los pies con la manta ¡Qué hace frío! No hay que tener lejos el mando del DVD y de la tele, no vaya a ser que uno quiera usarlos y le toque levantarse, dejando el confort y el calor que uno se ha creado para tener que levantarse y sentir le frío en los pies descalzos.

    No puede faltar las palomitas. Su olor a recien hechas, su sabor, ¡Bien merece la pena hacerlas por muy bago qué sea uno! Además, ¿Qué seria ver una película sin ellas? Sin poder comerlas a puñados, mientras en tu rostro se dibuja una sonrisa de pura felicidad. Hay quien prefiere otro acompañamiento como patatas fritas de bolsa y en definitiva cualquier chucherrría, fruto seco que a uno le apetezca.   

    La película a ver, es lo de menos. Tal vez lo que marque la diferencia, es si uno lo ve sólo o acompañado. Es más divertido, si uno está con sus amigos, ya que la película mas aburrida puede convertirse en la mas divertida a base de comentarios, chistes y bromas. Además, siempre puedes comentarla con ellos, que si las ves solo, no podrías, al menos en el momento contarle tú opinión sobre el film.

    Mientras a fuera se oye el sonido del viento, agitando los árboles. Es el frío, quien campa a sus anchas, dejando helado todo lo que esté a su alcance. Gracias al mal tiempo como la lluvia, el granizo o la nieve, uno no deja de pensar ... ¡Qué frío hará ahí fuera, pero qué agusto se está aquí dentro! Es entonces, cuando te recuestas en el sofá, te metes un puñado de palomitas en la boca y sonries, preguntándose ... ¿Se puede ser más feliz con menos?

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