ARTÍCULO LITERARIO
Hoy pensé, ¿Cuánto hace que no piso un videoclub? Hoy pocos son los que van, hace años no era asi. ¿Qué fue de las filas de estanterias, llenas de películas? ¿Qué fue del dependiente al que le preguntabas y te decia que todas la peliculas eran buenas? ¡Claro tenía que alquilarlas! No podía decir que ésta o la otra era malas. Antes, cuando uno iba allí, lo hacia la mayoría de las veces, sin saber, que escogería. Sin saber, que se llevaría. Tal vez esta película, tal vez esta otra. Elegir era todo un juego, y muchas veces un sorteo. A veces acertabas y otras...no.
¿Qué fue de este negocio? En respuesta diré, que aún existe. Las grandes empresas distribuidoras de peliculas como Blokbuster quebraron, pero las pequeños negocios, escondidos como están en los barrios han conseguido sobrevivir. De mala forma, pero siguen ahí. Su futuro. Es bien sabido. Desaparecer.
Nada se pude hacer. Es inevitable su desaparición. ¿Qué puede hacer este negocio frente a las descargas ilegales? nada. ¿Qué puede hacer frente al cambio de los hábitos de los consumidores? nada. ¿Qué puede hacer para conseguir más clientes? nada. Lo único que puede hacer, es esperar a que llegue su hora. No habrá un funeral con muchos invitados, sino una despedida sencilla, sin ponpa y sin panegírico.
Habrá que decir adiós a ese establecimento que vendía chucherías y demás artículos. Que cuando entrabas dentro te perdias en el local, en busca de tu sección favorita y no parabas hasta encontrar esa película, esa historia que deseabas ver, por encima de todas las demás. Cuando la encontrabas el corazón te daba un vuelvo por la émoción y la ilusión. Tus padres te consetían y dejaban que eligieras tú. Otras veces, siendo mas mayor, sucedía que acababas discutiendo por elegir una u otra película. Unas veces te salías con la tuya y otras, tenías que resingnarte a que fueron tus padres quienes eligieran. En ocasiones, era la indecisión, la que te llevaba a descartar varias películas, pensado, ya vendré otro día. Era entonces, cuando memorizabas aquellas películas que habías descartado, y volvías después de un mes o quince días y escogías una. Que pena dejar todo eso atrás. Eso hoy, ya no se volverá a dar. Eso ya se terminó. Aunque siga habiendo locales, ya no existe el mismo deseo que te empuja antes a ir. Eso ya murió. Solo te mueve la nostalgía de haber ido alli infinidad de veces y que te da pena volver, y encontrate vació lo que una vez estuvo lleno. Pero la vida es asi. Su desaparición es silenciosa pero inevitable.
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