domingo, 4 de noviembre de 2018

Predator (2018)

CRÍTICA DE CINE

Si lo que uno busca es pasar el rato y entretenerse, está puede ser su película. Con muchas escenas de acción y abuso del humor. Esta secuela cumple las expectativas de quienes fueron al cine esperando eso.

No tiene una trama especialmente compleja. Con un concepto ya explorado en otras, solo aparece con tecnología alienígena diferente y protagonistas nuevos. La primera película de predator aporto un concepto nuevo y a día de hoy es un clásico de la ciencia ficción, pero esta secuela no es gran cosa. En más de un sentido es ridícula y repetitiva, llegando a parodiarse a si misma.

Hay bastantes localizaciones diferentes para tratarse de una película de Predator, donde generalmente se desarrolla en un lugar y solo en un sitio. La acción se desarrolla desde urbanizaciones, la selva, el bosque, complejos militares, entre otros muchos. Tanto cambio llega a provocar muchos saltos de tiempo innecesarios y corta la acción. Punto clave en el film.

A mí me pareció entretenida, pero no aporta nada nuevo, en un mundo tan competitivo como la industria del cine. Existen películas del mismo tipo que son mejores, dentro del género de ciencia ficción y de la acción. Para mí no forma parte de género de terror, ya que en esta entrega han decidido hacer mas uso del humor, tanto es así que parece una parodia y no le hace justicia a la original de 1987. Hay muchas escenas de acción hiladas unas con otras, por lo que la historia se desarrolla rápido y le da dinamismo, haciendo que el tiempo pase rápido entre tanto disparo y persecuciones.

Le doy un 5 /10. Tiene efectos especiales dentro de lo que uno espera en este tipo de películas. Mucha acción, risas y sangre. Todo en la justa medida. Pero no añade nada nuevo para la saga, ni para el género de acción o de la ciencia ficción. Los personajes no están muy elaborados, así como la interpretación no es particularmente boyante.


     dirigida por Shane Black 

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