ARTÍCULO DE OPINIÓN
Desde hace unos años, la mayoría de la gente que conozco cuando me cuenta que ha visto una película me dice que les ha resultado entretenida. A veces cuando no les gusta, se límitan a contarme su malestar por ver ésta o aquella película y cuando les insisto me cuentan los pormenores de su rechazo hacia ese fatírico largometraje. A día de hoy, lo que hecho de menos es encontrarme a alguien que me dija que la película era genial, que era alucinante o que era increíble. Eso apenas se da, es muy raro, por no decir imposible, que alguien salga del cine maravillado y que te cuente extasiado los detalles de la película que acaba de ver.
Con la crisis económica muchos estudios de cine se han limitado a mantener esquemas que siempre han funcionado pero que la gente ya se concoce por haberlos visto en otras tantas películas. Aspecto que ya viene de lejos, pero al que se ha añadido una mayor confluencia de remakes y secuelas de películas, que siendo o no exitosas, se cuelan por segunda, cuarta ¡y por qué no! ... quinta vez, hasta que el público acaba odiándolas.
Quizás cuando salgamos de la crisis las productoras y distribudoras se lanzan a buscar algo de aire fresco, pero mucho me temo que si la crisis en el sector se sigue manteniendo en el tiempo puede que acaben desapareciendo para siempre: las pocas salas de cine que aún quedan, los grandes multicines con su diversidad de salas y los pocos videoclubs que quedaban abiertos. Será entonces cuando el sector audiovisual y más concretamente el cine, tenga que cambiar. Creo que se acentuará más el cine online y la gente pagará por descargarse tal o cual estremo. Algo que me imagino, será la forma de proceder de las productoras, pero que se encontrará con gente que prefirirá descargarse versiones gratuitas de internet.
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